Fructo-oligosacáridos

Los fructooligosacáridos (FOS) pertenecen a un grupo de compuestos conocidos colectivamente como prebióticos. Los prebióticos no son digeridos por el cuerpo humano, pero se considera que mejoran la salud debido al efecto estimulante que tienen sobre las bacterias intestinales beneficiosas. La dieta promedio proporciona tan poco como 2 a 3 gramos de FOS al día […]

Por Lamberts Española.

Los fructooligosacáridos (FOS) pertenecen a un grupo de compuestos conocidos colectivamente como prebióticos. Los prebióticos no son digeridos por el cuerpo humano, pero se considera que mejoran la salud debido al efecto estimulante que tienen sobre las bacterias intestinales beneficiosas.

La dieta promedio proporciona tan poco como 2 a 3 gramos de FOS al día a través del consumo de vegetales como la cebolla, mientras que se estima que la ingesta óptima debe ser de 5 a 10 gramos. La investigación ha demostrado que después de solo 2 semanas de tomar FOS, hay un aumento significativo en la cantidad de bacterias amistosas en el intestino, ¡en algunos casos hasta 10 veces!

Actualmente, los profesionales utilizan principalmente FOS como prebiótico o para dificultades digestivas como el estreñimiento. Sin embargo, de manera interesante, la investigación ahora ha resaltado otras áreas que creemos serán de gran interés para su uso en la práctica.

Usos

Mejora de la salud digestiva Se ha demostrado que la suplementación con FOS modifica la función intestinal en individuos sanos. Sin embargo, los principales beneficios parecen estar en aquellas secciones de la población que pueden tener una ecología intestinal anormal, como los bebés, los ancianos, las personas con afecciones intestinales existentes o las personas en tratamiento con antibióticos. Se han encontrado niveles más bajos de bacterias beneficiosas en las personas con SII e IBD.

Los estudios en recién nacidos a término y a término mostraron que la inclusión de FOS en la leche de fórmula condujo a una disminución en la cantidad de bacterias patógenas como E. coli y clostridios que se encuentran en las heces.

Un estudio adicional de niños de 7 a 19 meses mostró que FOS aumentó los niveles de bifidobacterias, disminuyó los niveles potenciales de patógenos y redujo los síntomas de flatulencia, diarrea, vómitos y fiebre.

También hay evidencia que sugiere que el FOS puede ser beneficioso en los síntomas asociados con la infección por C.difficile. FOS pareció reducir la incidencia de una recaída de diarrea en las personas infectadas con C.difficile, al tiempo que redujo la duración de la estancia hospitalaria y el tiempo que tardó en surtir efecto el tratamiento.

Como el FOS es una forma de fibra, se ha utilizado ampliamente para aliviar el estreñimiento y el tiempo de tránsito. La evidencia sugiere que una dosis de 10 a 20 g por día aumentó significativamente la frecuencia y suavizó las heces en adultos.

Densidad ósea

Varios estudios han relacionado la suplementación de FOS con un aumento en la mineralización ósea. Un estudio en humanos descubrió que en personas con baja y alta absorción de calcio, FOS mejoró la absorción de calcio, el contenido mineral y la densidad ósea. Se cree que este efecto es causado por varios mecanismos diferentes: aumento de la producción de ácidos grasos de cadena corta que conduce a una mayor solubilidad de los minerales; mejora de la salud intestinal; ampliación de la superficie de absorción; aumento de la expresión de proteínas de unión a calcio; degradación del ácido fítico y varios otros factores.

Captación de minerales

La evidencia también sugiere que el FOS puede mejorar la absorción de magnesio, hierro, zinc y cobre.

Dosis y fuentes de FOS

Los estudios han demostrado efectos beneficiosos de FOS a dosis tan bajas como 5 g por día en adultos (como prebiótico), y tan altas como 20 g por día (para el estreñimiento). A una dosis de hasta 20 g por día, el FOS se considera seguro y bien tolerado.

Use FOS que se deriva naturalmente de la raíz de achicoria, ya que es solo la forma natural de FOS que se ha demostrado científicamente que respalda la salud intestinal. Las versiones ‘sintéticas’, generalmente hechas de remolacha azucarera, no ofrecen los mismos beneficios para la salud.

Referencias disponibles bajo petición.