Bocado de Nutrición publicados por Lamberts Española

Última actualización: 8 diciembre, 2019

Una investigación reciente ha mostrado que la vitamina D, conocida principalmente por su importante papel en la salud ósea, podría ser esencial también para muchos otros aspectos, como la salud cardíaca y la prevención de enfermedades crónicas como el cáncer y la esclerosis múltiple. Para determinar el impacto de la suplementación temprana de vitamina D sobre el desarrollo de diabetes de tipo I (autoinmune), los autores revisaron cinco estudios, que incluyeron 6.455 personas que se siguieron desde el tiempo de la suplementación hasta una media de 15 años, y en algunos de hasta 30 años.

Observaron que el riesgo de sufrir diabetes de tipo I se redujo de forma significativa en bebés que tomaron vitamina D, en comparación con los que no recibieron suplementación. Entre los que recibieron vitamina D, aquellos que tomaron dosis más elevadas tuvieron incluso menos riesgo que los que tomaron cantidades más bajas. Los autores notaron que el tiempo de suplementación también podría ser importante, ya que los niños que recibieron vitamina D entre los 7 y los 12 meses de edad tuvieron un menor riesgo de desarrollar diabetes de tipo I, comparado con los niños que la recibieron ente los 0 y los 6 meses. Además, los niños que recibieron la suplementación de forma regular tuvieron un menor riesgo que los que la tomaron de forma irregular.

Los tipos y dosis de la suplementación variaron entre los estudios revisados. Un estudio utilizó aceite de hígado de bacalao de 1 a más de 5 veces por semana, y otro estudio utilizó una ingesta regular de 2.000 U.I. de vitamina D diaria.

Los resultados de la revisión concluyeron que los niños a los que se les proporcionó vitamina D tuvieron una reducción del 29% en el riesgo de desarrollar diabetes de tipo I en comparación con los que no recibieron suplementos.

Aunque aún no se conoce el mecanismo exacto que proporciona este efecto protector, se cree que la vitamina D ayuda a mantener en buen estado al sistema inmune, evitando que éste destruya las células del páncreas que secretan insulina (las células beta de los islotes de Langerhans).

Referencia: Arch Dis Child 2008;93:512–17