Menopausia

La menopausia es un evento natural de las mujeres, que normalmente ocurre entre los 45 y los 50 años de edad, en que dejan de tener menstruaciones debido a que los ovarios paran de liberar óvulos, y dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona. Técnicamente se considerada finalizada cuando no se ha tenido menstruación durante todo un año.
En este artículo, se describen otros factores que pueden causarla, síntomas, buenos hábitos y ayudas naturales que puedan ayudar a aliviar los síntomas de este proceso.

La menopausia aparece cuando la mujer deja de menstruar y ya no puede quedar embarazada. En otros casos es producto de una histerectomía o debido a tratamientos para el cáncer.

Es un evento natural y no es una enfermedad. Normalmente los ovarios de una mujer paran de liberar óvulos entre los 45 y los 50 años de edad. Técnicamente se considerada finalizada cuando no se ha tenido menstruación durante todo un año.

De cinco a diez años antes de que una mujer tenga su último período, puede experimentar irregularidades menstruales, bochornos e irritabilidad. Después de la menopausia se enfrenta a sequedad vaginal, disminución de la masa ósea y un mayor riesgo de enfermedades del corazón.

Existen numerosos estudios científicos que relacionan el beneficio de los complementos alimenticios en mujeres con menopausia. Algunos de ellos presentan que los síntomas pueden variar entre los grupos culturales. Por ejemplo más del 80% de las mujeres norteamericanas experimentan sofocos, mientras que solo el 10% de las mujeres japonesas tienen esos síntomas. Otros estudios presentan que las mujeres fumadoras pueden experimentar la menopausia 2 años antes que las que no fuman.

Qué otros factores pueden causarla?

Además de los tratamientos para el cáncer como quimioterapias y radicaciones existen otros factores de riesgo. Entre ellos podríamos citar: el tabaco, trastornos en la tiroides, abuso del alcohol, herencia familiar de menopausia temprana, histerectomía vaginal, etc.

Posibles síntomas de la menopausia

  • Sofocos
  • Sudores nocturnos (Cada mujer puede tener una experiencia diferente en relación al calor y a la sudoración)
  • Irregularidades menstruales
  • Sequedad vaginal
  • Irritabilidad o depresión leve
  • Insomnio
  • Migrañas durante la menstruación

Qué más podemos hacer?

Es importante que el profesional de salud conozca estos síntomas y cualquier experiencia en los cambios de cíclicos de los periodos menstruales, también si se está en riesgo de osteoporosis o enfermedades de corazón. Cualquier condición clínica debe ser consultado con el médico.

La terapia hormonal sustitutoria ya no es una opción de primera elección, a la vista de los efectos negativos que puede tener a largo plazo, existe una demanda cada vez mayor de sustancias que realmente sean eficaces y de ser posible, en el gran abanico de manifestaciones físicas y mentales/emocionales que se asocian con la menopausia.

Aunque la menopausia no lleva tratamiento necesariamente, si podemos tratar de mejorar sus síntomas haciendo cambios en nuestro estilo de vida, que incluyen:

  • Evitar el alcohol, chocolate, café y alimentos picantes que pueden potenciar los sofocos.
  • Hacer ejercicios de manera regular, pueden reducir el número de sofocos y ayudar a prevenir trastornos cardiovasculares.
  • Entrenamiento con pesas ligeras ayuda a proteger nuestros huesos.
  • Llevar una dieta saludable que haga sentirnos con más energía y ligereza.
  • Reducir los niveles de colesterol malo, para así disminuir el riesgo de enfermedades coronarias del corazón asociadas a la menopausia.

Complementos alimenticios que podrían ayudar a las mujeres en la menopausia

Aunque todas las necesidades individuales de nutrientes son distintas, es también reconocido que ciertas personas comparten algunos requerimientos comunes de micronutrientes; y la menopausia no es una excepción.

Una fórmula multi nutriente es con frecuencia el pilar principal de un programa de suplementación, al que se le pueden añadir otros nutrientes. Hoy en día existen muchos complementos alimenticios con nutrientes específicos destinados a apoyar su deficiencia durante esta etapa.

La Vitamina C y Bioflavonoides pueden ayudar reducir la cantidad de sangramiento menstrual que ocurre cuando nos acercamos a la menopausia. Estos nutrientes fortalecen las paredes de los capilares los cuales se debilitan justo antes y durante la menstruación. Algunos profesionales recomiendan tomar dosis de 500 mg dos veces al día. Es una vitamina hidrosoluble, por tanto, hay que reponerla a diario.

La vitamina D es una vitamina soluble en grasa que puede ser ingerida con los alimentos o fabricarse por el cuerpo como resultado de la incidencia de la luz solar sobre nuestra piel, por eso es llamada “la vitamina del sol”. Es esencial para la salud de los huesos y puede retardar la progresión de la osteoporosis, fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a prevenir algunas enfermedades. Hay muchos estudios sobre la vitamina D que apoyan el argumento de que todos deberíamos vigilar nuestra ingesta de vitamina D. Sin suficiente vitamina D, el cuerpo no puede absorber el calcio de los alimentos o de los suplementos.

La vitamina D contribuye a reducir el riesgo de caídas relacionadas con la inestabilidad postural y debilidad muscular. Las caídas son un factor de riesgo de fracturas óseas en hombres y mujeres a partir de 60 años. Este beneficioso se consigue con una dosis diaria de 20 µg diarios. Hoy en día, los científicos continúan descubriendo más funciones de la vitamina D.

Por otra parte, algunos estudios sugieren que la vitamina E ayuda en la protección de enfermedades cardíacas mediante la prevención del colesterol «malo» (LDL). La vitamina E también se encuentran en los aceites vegetales, nueces y semillas (como las almendras y semillas de girasol), vegetales de hoja verde y granos enteros.

Debemos vigilar nuestros niveles de minerales, ya que son sustancias inorgánicas que participan activamente en regular una gran cantidad de funciones fisiológicas, como el transporte de oxígeno a las células y el mantenimiento del sistema nervioso central. Son necesarios también para el crecimiento, mantenimiento, reparación y salud de los huesos y los tejidos.

El Calcio es un constituyente esencial de huesos y dientes, y no puede ser absorbido sin cantidades suficientes de vitamina D. Las fuentes más abundantes de calcio son los productos lácteos, tales como leche, yogur y queso. Cuando los niveles de calcio en la sangre son bajos, el cuerpo removerá calcio de los huesos a la sangre para suministrar a los músculos, especialmente el del corazón y a los nervios con la cantidad que necesitan y con el tiempo, esta reasignación de calcio conducirá a una pérdida de masa ósea. El Calcio contribuye a reducir la desmineralización ósea en mujeres post-menopáusicas y una baja densidad ósea es un factor de riesgo de fracturas. Este beneficio se consigue con una dosis diaria de al menos 1200 mg en mujeres de 50 años o más. La ingesta insuficiente entre las jóvenes y las mujeres adultas es especialmente preocupante debido a que obtener una densidad ósea óptima antes de los 30 ayuda a mantener unos huesos fuertes durante la vejez.

El Magnesio resulta fundamental para el crecimiento de los huesos y la función normal del sistema nervioso y psicológico. Los efectos de la falta de magnesio son amplios e incluyen la aparición de calambres musculares. Su consumo contribuye a disminuir el cansancio y la fatiga, colaboran en el normal equilibrio electrolítico y en el proceso de división celular, así como en el mantenimiento del metabolismo energético.

Son varios los extractos herbales que han demostrado beneficios en los síntomas asociados a la menopausia.

Tradicionalmente el Black Kohosh ha sido recetado para el tratamiento de problemas menstruales, dolor después del parto, trastornos nerviosos y dolor en las articulaciones. Hoy en día se recomienda la hierba principalmente para el alivio de los sofocos que algunas mujeres experimentan durante la menopausia.

Otros estudios científicos han hallado que puede reducir los niveles de HL (hormona luteinizante), que es producida por la glándula pituitaria del cerebro. El aumento de HL que ocurre durante la menopausia y se cree que es una causa de sofocos. También se le atribuyen propiedades antiespasmódicas, lo que significa que tiene el poder para aliviar calambres menstruales al aumentar el flujo de sangre hacia el útero y reducir la intensidad de las contracciones uterinas.

La Salvia, cuyo nombre en latín significa «planta que salva» ayuda a que el tránsito de la menopausia y del cambio hormonal en la mujer se pueda realizar de forma más agradable y cómoda, fortaleciendo al organismo, a la par que disminuye las manifestaciones como sofocos, sudoración, cansancio físico y mental. La salvia también ha demostrado en estudios doble ciego de duración corta que disminuye la frecuencia diaria de sofocos y la intensidad de los mismos, y el insomnio, en prácticamente un 50% de las mujeres con tan solo cuatro semanas de suplementación, y en un 64% a las ocho semanas. Estos resultados son además muy destacables porque las mujeres participantes en el estudio ya llevaban bastante tiempo sufriendo sofocos e insomnio.

Los estudios han validado uno de los usos tradicionales de la salvia como anti sudorífico, actuando de modo positivo en un 52% de las mujeres; es interesante señalar que este efecto no se limita sólo a los sudores asociados con la menopausia sino a la hiperhidrosis en general. La salvia actúa también sobre las terminaciones nerviosas de las glándulas sudoríparas, así como en el centro termo regulador en el cerebro, lo que está relacionado con su efecto general astringente. Ha de tenerse en cuenta que no se debe utilizar salvia durante la lactancia ni el embarazo, y no se recomienda en personas que tengan poca secreción de saliva.

Las Isoflavonas son flavonoides, una familia de compuestos vegetales, presentes en altas concentraciones en la soja, la cual contiene numerosos componentes valiosos tales como proteínas, isoflavonas, saponinas y fitosteroles. Las isoflavonas de soja se han convertido actualmente en un práctico y popular complemento para las mujeres que se acercan o se encuentran en la etapa de la menopausia, puesto que cada vez hay más evidencias acerca de su contribución al bienestar de los huesos.

La revista American College of Nutrition, publicó un estudio acerca de la suplementación con isoflavonas de soja en la mejora las hormonas sexuales, la presión arterial, y los síntomas posmenopáusicos. Los resultados de este estudio en 61 mujeres posmenopáusicas arrojaron que las mujeres con la suplementación de isoflavonas de soja tuvieron una diferencia significativa en la gravedad e intensidad de los síntomas, ya que en ellas la intensidad de los mismo disminuyó significativamente, reduciendo también el nivel de la hormona estimulante folicular (FSH) y la hormona luteinizante (HL).

Esta reducción de la FSH y HL fue altamente significativa. Después de la intervención con la soja, una ligera disminución en la presión arterial sistólica y diastólica se registró también en el grupo con suplementación de soja, lo que indica el efecto beneficioso de las isoflavonas de soja en la regulación de la presión arterial. La conclusión de este estudio sugirió que los suplementos de soja podrían ser recomendados como una terapia alternativa a la terapia de reemplazo hormonal para el control de los síntomas climatéricos. Desde luego siempre habría que tener en cuenta las personas alérgicas a la misma.

Bibliografía:

  • Departamento Técnico Lamberts Española.
  • LAMBERTS The practitioner’s Guide to Supplements (Resumen). Is published by “The Reader’s Digest Association Limited, London on behalf of Lamberts Healthcare. Reprinted with amendments 2005

Autor/a: Departamento Técnico Lamberts Española. LAMBERTS The practitioner’s Guide to Supplements (Resumen). Is published by “The Reader’s Digest Association Limited, London on behalf of Lamberts Healthcare.

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