Lesión por Esfuerzo Repetitivo (LER)

El RSI (Lesión por Esfuerzo Repetitivo), es un término general para las condiciones que afectan a músculos, tendones, ligamentos, nervios, articulaciones y otros tejidos blandos, causando dolor y otros síntomas.

También llamados trastornos de las extremidades superiores (ULD), estas condiciones afectan en general, el cuello, los hombros, brazos, muñecas, manos y dedos (síndrome del túnel carpiano, por ejemplo, es un tipo común de RSI que afecta a las muñecas y las manos).

El LER (Lesión por Esfuerzo Repetitivo), es un término general para las condiciones que afectan a músculos, tendones, ligamentos, nervios, articulaciones y otros tejidos blandos, causando dolor y otros síntomas.

También llamados trastornos de las extremidades superiores, estas condiciones afectan en general, el cuello, los hombros, brazos, muñecas, manos y dedos (síndrome del túnel carpiano, por ejemplo, es un tipo común de LER que afecta a las muñecas y las manos).

Muchas personas pueden asociar la LER con un exceso de trabajo del personal de oficina, los cuales pasan sus días encorvados sobre los teclados del ordenador, o trabajadores de fábricas que utilizan maquinaria pesada. Pero puede afectar a cualquier persona que haga, movimientos repetitivos frecuentes, ya sea en el trabajo o en el juego (algunos deportes, por ejemplo, puede conducir al desarrollo de una LER). Incluso los niños, están en riesgo de desarrollar una LER debido a la forma de juegos de los ordenadores, los teléfonos móviles y otros dispositivos digitales que manejan.

Aparte de hacer períodos repetitivos tales como torsión, apretar, martillar, empujar, tirar, levantar y alcanzar, hay otros factores que pueden contribuir al desarrollo de una LER, incluyendo las siguientes:

 Tecleando en portatil

  • Posturas de trabajo incómodas, difíciles o pobres.
  • Mantener la misma postura durante largos períodos.
  • Usar maquinarias que vibran.
  • Trabajar por largos períodos de tiempo sin descansos.
  • Entornos de trabajo mal organizado.
  • Equipos mal diseñados.
  • Bajas temperaturas.
  • Fatiga.
  • Estrés.

En lo que se refiere a la edad, las personas mayores de 45 años son más propensas a desarrollar LER que los más jóvenes, y sus causas están relacionadas con el trabajo: herramientas de sujeción, el uso de teclados y levantar objetos pesados.

Así como dolores, dolor y sensibilidad, una LER puede causar rigidez, opresión, sensación de hormigueo, entumecimiento, debilidad, calambres y sensación pulsátil. Los síntomas a menudo se desarrollan gradualmente en lugar de repentinamente y, en un principio, sólo se ven afectados mientras se está haciendo la acción que está causando el problema (es decir, los síntomas desaparecen cuando se está en reposo). Sin embargo, si no se toman medidas para aliviar o prevenir los síntomas, éstos pueden ser gradualmente peores y afectar por períodos más largos o incluso todo el tiempo.

Algunos tipos de LER clasificadas como de tipo 1

Bursitis, Síndrome de Túnel Carpal ,Contractura de Dupuytren, Epicondilitis, Síndrome de los manguitos rotadores, Tendinitis, Tenosinovitis, Dedo en gatillo o dedo resorte, Calambre del escritor. Cuando usted tiene dolor que no se puede diagnosticar, una de esas o cualquier otra condición específica, está clasificada como LER de tipo 2 (o No Específico dolor del Miembro Superior).

La forma más sencilla para el tratamiento de una LER es dejar de hacer los movimientos que lo están causando. Sin embargo, si está relacionada con su trabajo, algunas personas pueden ser capaces de cambiar lo que hacen en el trabajo o modificar su entorno de trabajo, (cualquiera de ellos puede ayudar).

Si no se puede detener o modificar estas maniobras en el trabajo, varias cosas pueden ayudar a aliviar sus síntomas de forma temporal. El profesional de la salud le indicara los medicamentos o tratamientos a seguir.

Muchas personas también utilizan terapias complementarias para tratar los síntomas de una LER, incluyendo la quiropráctica, la osteopatía, la acupuntura, la reflexología, la técnica Alexander y la terapia de masaje. El ejercicio, como la natación, también puede ser útil en el alivio de algunos de los síntomas como rigidez muscular.

Protéjase contra la LER

Hay pasos que puede tomar para ayudar a protegerse contra la LER el RSI, especialmente si su trabajo lo está poniendo en riesgo.

  • Tomar un descanso: Descansos cortos y regulares, en lugar de una larga pausa durante su jornada laboral, pueden ayudar si usted tiene que realizar movimientos repetitivos frecuentes. Tomando unos minutos de vez en cuando, hay que hacer algunos movimientos simples de estiramiento usando los brazos, las manos, los hombros y el cuello. Éstos también pueden ayudar a la circulación y a aliviar los efectos de las posturas malas o estáticas.
  • Ajustar su puesto de trabajo: Si usted trabaja en un ordenador, su posición sentada/o en su escritorio, es muy importante. Lo ideal sería que ajuste la silla para que los ángulos de los brazos y antebrazos formen 90 grados mientras escribe, y sus pies estén cómodamente apoyados en el suelo (es posible que necesite un descanso para los pies, y dependiendo de qué tan alto le queden, tendrá que ajustar la silla para que sus brazos caigan en la posición correcta). Sus ojos deben estar a nivel con la parte superior de la pantalla de su ordenador y su espalda baja debe ser apoyada en el respaldo de la silla.
  • Aprender a escribir: Si utiliza un teclado de ordenador durante largos períodos de tiempo, ya sea en el trabajo o en casa; utilizando la técnica de tipificación correcta, también puede ayudar; ya que escribir con dos dedos puede poner una tensión en las articulaciones de los dedos. También puede mirar hacia delante mientras escribe en lugar de estar constantemente mirando hacia abajo (al teclado) una y otra vez, ya que esto puede poner tensión en su cuello. También es posible que quiera indagar en diferentes tipos de teclados (no el estándar), lo cual puede ayudar a mejorar el posicionamiento de las manos. Si se encuentra incómodo con el ratón, también hay formas alternativas que son utilizadas con una diferente posición de la mano.
  • Utilizar un auricular: Agarrar un teléfono entre la oreja y el hombro, puede poner una gran tensión en los músculos del cuello. Así que si usted pasa demasiado tiempo del día al teléfono, trate de cambiar esa forma de uso por un auricular.

Entre tanto, si usted quiere evitar el desarrollo de una LER relacionado con el deporte, precauciones sensatas como un adecuado calentamiento y enfriamiento, pueden ayudar a protegerse contra la tensión muscular.

Ayudas naturales para aliviar los síntomas

Así como existen los tratamientos convencionales, también hay algunos suplementos y tratamientos naturales que pueden contribuir a aliviar los síntomas de inflamación, así como ayudar al bienestar del nervio y el musculo.

  • Cúrcuma: Es una hierba ampliamente utilizada en la cocina hindú, añade color y sabor a platos a base de curry, y ha sido utilizada en la India en el sistema tradicional de la medicina a base de hierbas llamado Ayurveda. Contiene una sustancia antioxidante llamada curcumina, que es ampliamente conocida por tener propiedades anti-inflamatorias.
  • Aceites de pescado: También se cree que los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en los aceites de pescado, tienen una acción anti-inflamatoria. En un estudio, personas con dolor agudo y crónico (no específico) del cuello y la espalda se les dio suplementos de ácidos grasos omega-3 junto con analgésicos antiinflamatorios recetados. Después de 75 días, el 59% había dejado de tomar analgésicos, mientras que el 88% dijeron que querían continuar tomando los suplementos (i).
  • Magnesio: Es un mineral que puede ser útil para la salud general de los músculos. El magnesio se encuentra de forma natural en el cuerpo (el adulto promedio tiene alrededor de 25 g), con algo más de la mitad en los huesos y en el resto de los tejidos blandos. Es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas diferentes, incluyendo el músculo y la función nerviosa. Si usted no tiene un nivel suficiente de magnesio en su cuerpo, uno de los síntomas pueden ser calambres musculares o espasmos.
  • Vitaminas B: Se cree que el grupo de vitaminas del complejo B, y especialmente la vitamina B6, ayudan a mantener el bienestar de los nervios. Incluso hay algunas pruebas de que las personas con un tipo específico de LER, llamada síndrome del túnel carpiano, pueden tener deficiencia de vitamina B6 (ii).

Referencias:

(i) Maroon JC, Bost JW. Omega-3 fatty acids (fish oil) as an anti-inflammatory: an alternative to nonsteroidal anti-inflammatory drugs for discogenic pain. Surg Neurol. 2006 Apr;65(4):326-31.

(ii)  Ellis JM, Kishi T, Azuma J, et al. Vitamin B6 deficiency in patients with a clinical syndrome including the carpal tunnel defect. Biochemical and clinical response to therapy with pyridoxine. Res CommunChemPatholPharmacol. 1976;13:743-757.

(iii) Colbert AP, Markov MS, Carlson N, Gregory WL, Carlson H, Elmer PJ. Static magnetic field therapy for carpal tunnel syndrome: a feasibility study. Arch Phys Med Rehabil. 2010;91(7):1098-1104. Carter R, Aspy CB, Mold J. The effectiveness of magnet therapy for treatment of wrist pain attributed to carpal tunnel syndrome. J FamPract. 2002;51(1):38-40.

 

Autor: Lamberts Española.

Exención de responsabilidad: La información anteriormente descrita es sólo para fines informativos, por tanto no intenta influir, diagnosticar ni reemplazar el consejo, tratamiento médico o del profesional de la salud. Se basa en estudios científicos (humana, animal o in vitro), la experiencia clínica, o el uso tradicional, como se cita en cada artículo. Los resultados reportados no necesariamente pueden ocurrir en todos los individuos. No se recomienda el auto-tratamiento para condiciones que amenazan la vida que requieren tratamiento médico bajo el cuidado de un médico. Para muchas de las enfermedades que se describen el tratamiento con prescripción o medicamentos de venta libre también está disponible. Consulte a su médico y/o farmacéutico para cualquier problema de salud antes de utilizar algún suplemento/complemento alimenticio o de hacer algún cambio en los medicamentos prescritos.