Es muy grave lo que estamos viviendo, es muy duro este confinamiento que se nos ha hecho infinito. No quiero olvidarme de todas las personas que están atravesando momentos difíciles tanto familiares, como de salud como económicos. Por ello, os cuento una historia de las que me gustan.
Desde la remota antigüedad se le atribuyen virtudes para ayudar en procesos febriles. Así, el gran maestro Dioscórides, en su obra “Materia Médica” que data del siglo I de nuestra era, es decir, hace unos 2.000 años, explicaba que el hipérico “fomentaba la eliminación de orina y la menstruación”. Durante la Edad Media, la hierba de San Juan era muy popular para “arrojar los demonios del cuerpo”, lo cual puede ser posiblemente una descripción arcaica acerca de sus cualidades para ayudar en enfermedades mentales, y ya se pueden imaginar que dadas las circunstancias y la facilidad para llevar a alguien a la hoguera… disponer de un remedio así sería muy útil. Pero lejos de parecer una simple curiosidad histórica o una necesidad de la población, hay mucho que decir del hipérico o hierba de San Juan.
Durante el siglo XVIII, la hierba fue clasificada como “nervina”, lo que significa, un buen tratamiento para los “trastornos nerviosos”. A principios del siglo XIX la Hierba de San Juan empezó a considerarse como un tratamiento útil para la depresión, de hecho fue considerada como ejemplo para buscar y diseñar sustancias antidepresivas. Recordemos que la ansiedad y la depresión están muy relacionadas, de hecho muchos estados depresivos sobrevienen tras un periodo largo de “lucha”, asociado con ansiedad, con incertidumbre… ¿nos suena, verdad?
Muchos de los fármacos “modernos” empezaron a incluir hipérico en su composición desde que se aprobó por primera vez. De hecho, en Alemania esta hierba es un antidepresivo que es muy apreciado para el tratamiento de la depresión.
Tanto en Alemania y en otras partes de Europa y los Estados Unidos, la Hierba de San Juan es una de las hierbas de mayor uso junto con el Ginkgo Biloba.
¿ES CIERTO QUE EL HIPÉRICO SE PUEDE UTILIZAR EN CASOS DE DEPRESIÓN?
La mayoría de los estudios clínicos de la Hierba de San Juan han evaluado a personas con depresión de intensidad ligera a moderada. Esto significa niveles de depresión más graves y duraderos que sentirse simplemente “triste”, pero no tan severos como las formas de depresión más intensa que requieren un seguimiento muy cercano por un profesional de la salud y quizá otro tipo de intervención. Recordemos que son muchas las causas de la depresión.
Los síntomas típicos de estos niveles de depresión incluyen estado de ánimo deprimido o triste, muy decaído, falta de energía, problemas del sueño, ansiedad, alteraciones del apetito, dificultad para concentrarse y baja tolerancia al estrés. La irritabilidad continuada, o “estar de uñas”, también puede ser un signo de depresión, aunque no lo parezca.
Las investigaciones sugieren que la hierba de San Juan es más efectiva que el placebo, y aproximadamente tan efectiva como los medicamentos antidepresivos estándares. Además, parece que el hipérico o la hierba de San Juan provoca menos efectos secundarios que muchos fármacos antidepresivos.
¿Y CÓMO FUNCIONA PARA AYUDARNOS?
Los estudios sugieren que el efecto antidepresivo de los extractos de hipérico puede deberse a que también inhibe la recaptación de los neurotransmisores serotonina, norepinefrina y dopamina, es decir, aumentan los niveles de estos neurotransmisores o su tiempo de acción porque no se retiran del medio en donde son liberados. Lo que significa en términos sencillos es que hay mayor nivel de serotonina que ayuda a que nos sintamos mejor, o de dopamina que ayuda que la conexión neuromuscular entre otros y a sentir alivio.
¿Hay que tener algunas precauciones si se piensa tomar Hipérico o Hierba de San Juan?
Sí, es importante saber que por su mecanismo de acción, no es conveniente mezclarlo por nuestra cuesta con medicación psiquiátrica como antidepresivos o ansiolíticos que ya estemos tomando o incorporarlos nosotros si tomamos hipérico. “Siempre” hay que consultar con un profesional de la salud entrenado y formado que conozca el hipérico. Si lo está tomando y acude a un psiquiatra indíquele que ya lo toma.
La hipericina , uno de sus principios activos, puede producir fotosensibilidad en algunas personas, por ello hay que cuidarse de la exposición al sol. Observarse en la mejor opción y obviamente en esta época más hay que cuidarse con un protector solar y ropa adecuada.
También hay que tener cuidado y evitar tomarlo junto con antiácidos o inhibidores de la bomba de protones (protectores gástricos), así mismo si se toma medicación para el corazón (digoxina) y antiagregantes plaquetarios, que fluidifican la circulación de la sangre. En fin, en estos casos, igualmente hay que consultar siempre con un profesional de la salud.
Estamos viviendo tiempos difíciles pero entre todos y con la ayuda de la ciencia y de la naturaleza, y poniendo de nuestra parte, saldremos adelante, con certeza. Si te sientes mal, no dudes en pedir ayuda, como tú hay muchas personas que lo están pasando mal. Ahora que ya podemos salir, pasea, sal, camina, haz ejercicio. Y cumple las normas de protección: distancia, mascarilla, higiene básica.