Fiebre glandular o Mononucleosis Infecciosa

La fiebre glandular o mononucleosis infecciosa (mono para abreviar), es una infección viral que puede afectar a cualquier persona y de cualquier edad, pero se encuentra generalmente en adultos jóvenes y adolescentes.
Se cree que el virus que causa la fiebre glandular, llamado virus de Epstein-Barr, se contagia durante la infancia, aunque la mayoría de los casos pasan desapercibidos, ya que los síntomas en niños son a menudo leves o inexistentes.

 

Una vez que haya tenido el virus, es muy probable que sea inmune a otras infecciones por el resto de su vida, como también es raro que alguien tenga fiebre glandular más de una vez. Las personas mayores de 40 pueden estar infectadas con el virus y no desarrollar ningún síntoma.

Síntomas de la mononucleosis

Los síntomas deben comenzar a aparecer un mes o dos después de haber sido infectados con el virus. Estos síntomas pueden hacer que se sienta muy mal, que tenga una temperatura alta, dolor de garganta muy agudo (dificultando el poder tragar), fatiga y glándulas del cuello inflamadas (en ocasiones también otras partes del cuerpo como las axilas).

Se pueden experimentar escalofríos, sudores, inapetencia y dolor en los músculos y alrededor o detrás de los ojos. Otros síntomas también incluyen tos y/o dolor en el pecho e inflamación de amígdalas y adenoides. Puede sentir los ojos hinchados y el estómago sensible (causado por inflamación del bazo y/o hígado). Igualmente puede notar que la piel luce más amarilla de lo normal (ictericia).

Generalmente, la garganta estará peor los primeros 3 o 5 días una vez comenzados los síntomas, luego mejorará poco a poco; sin embargo, la temperatura podría permanecer alta hasta 14 días. Aunque tener algunos o todos estos síntomas no es agradable, no deben mantenerse por más de 2 o 3 semanas. Algo que puede durar más es la fatiga; y el sentirse totalmente liberado demorará semanas e incluso meses (después que todos los síntomas hayan desaparecido).

¿Qué es el virus Epstein-Barr?

El virus de Epstein-Barr (EBV) es un tipo de virus de los más comunes en seres humanos. En Estados Unidos, por ejemplo, los expertos creen que casi el 95% de los adultos han sido infectados con EBV, así como alrededor del 50% de todos los niños al cumplir los cinco años.

El EBV está ligado a varias enfermedades, aunque la fiebre glandular es la más común. Fue descubierto por los científicos: Anthony Epstein, Yvonne Barr y Burt Achong. Ellos escribieron para la revista médica The Lancet Medical Journal (1964) sobre virus humanos que causan cáncer. De hecho se sabe que el EBV desempeña un papel en varios cánceres raros, incluyendo el linfoma de Burkitt, el linfoma de Hodgkin, algunos cánceres nasofaríngeos y ciertos cánceres de estómago.

El virus también se ha relacionado con otras enfermedades infantiles leves, incluyendo infecciones de oído y diarrea. En algunos casos excepcionales, los anticuerpos del EBV se han encontrado en personas con afecciones neurológicas como el síndrome de Guillain-Barré, meningitis y encefalitis viral (infección del cerebro).

¿Cómo se contagia la Mononucleosis infeccionsa?

EBV es un virus contagioso y se transmite principalmente a través de fluidos corporales, particularmente de la saliva. Esto explica por qué la fiebre glandular a menudo se llama la “enfermedad del beso”, ya que se transmite por el contacto íntimo con alguien que tiene el virus (también puede propagarse durante el contacto sexual a través de la sangre y el semen).

También puedes adquirirlo de manera similar a un resfriado, es decir, al estar expuesto a gotitas del virus cuando una persona infectada tose o estornuda a su alrededor, o si comparte objetos con alguien que tiene el virus (cepillos de dientes, cubiertos y vajillas).

El virus primero infecta a las células que recubren la garganta, luego pasa al torrente sanguíneo y a los glóbulos blancos. Después de infectar los glóbulos blancos, se propaga a través del sistema linfático, lo que explica por qué las glándulas, que son parte de su sistema linfático, se ven frecuentemente afectadas.

Desafortunadamente, como el virus, puede permanecer en el sistema durante varios meses después de haberse recuperado, podría infectar fácilmente a otras personas sin darse cuenta. Algunos incluso, pueden tener el virus en su saliva y quitársele años después de haber tenido fiebre glandular.

El virus se puede contagiar a otros antes de tener cualquier síntoma, ya que los síntomas tardan hasta dos meses una vez se halla infectado. En algunas personas el virus (que por lo general permanece inactivo en el cuerpo después de la infección inicial), se reactiva sin causar ningún síntoma. Pero si esto sucede, puede propagar el virus a otros nuevamente sin darse cuenta.

¿Cómo se trata la fiebre glandular?

Actualmente no hay cura para la fiebre glandular, pero hay maneras de aliviar algunos de los síntomas, que son parecidos a los de un resfriado o gripe. En la mayoría de los casos, los síntomas deben pasar en 1 o 2 semanas.

mujer durmiendo. Síntomas de la mononucleosis infeccionsa.

Descanso: Muchas personas experimentan fatiga, por lo que descansar es importante (de hecho, en la mayoría de los casos, no descansar no es una opción, ya que sienten mucho cansancio). Los expertos también piensan que se recuperará más rápido si reposa, tanto como sea posible, una vez que los síntomas comiencen. En este caso el descanso completamente en cama no se recomienda por tiempo prolongado, ya que podría alargar la fatiga.

Comience gradualmente a ser activo una vez que sienta que recupera la energía, pero hay que tener cuidado de no hacer demasiado.

Debe evitar cualquier labor que le produzca cansancio, así como las actividades donde exista el riesgo de caídas, (ej: deportes). Esto ayudaría a prevenir cualquier daño al bazo, el cual puede estar inflamado si ha tenido fiebre glandular, y por tanto, cualquier impacto repentino podría hacer que se rompa.

 

Beba muchos líquidos: Uno de los síntomas más comunes de la fiebre glandular es un dolor de garganta severo, donde la deglución puede ser dolorosa. Esto puede hacerle reticente a beber mucho. Pero es importante seguir bebiendo para prevenir la deshidratación, especialmente si la temperatura es alta. Si está al cuidado de alguien con fiebre glandular, asegúrese de que la ingesta de líquidos es la adecuada (se recomienda agua o zumo de fruta sin azúcar). Beber alcohol no es una buena idea, debido a que la fiebre glandular afecta el hígado. Trate de abstenerse de cualquier bebida alcohólica hasta que los síntomas hayan desaparecido.

Tome calmantes para el dolor: Tomar analgésicos sin receta, como el paracetamol, puede ayudar a calmar el dolor de garganta, los malestares, así como reducir la temperatura alta.

Gargarizar con agua salada: Otra manera de aliviar el dolor de garganta es hacer gárgaras regularmente con agua salada tibia, ya que puede ayudar a reducir la inflamación.

Mientras tanto no tiene sentido tomar antibióticos para la fiebre glandular, porque los antibióticos sólo matan las infecciones bacterianas, no las infecciones virales. Pero si desarrolla una infección bacteriana secundaria, de garganta o neumonía,(lo que puede ocurrir en algunos casos de fiebre glandular), el médico le pueden recetar antibióticos.

¿Hay alguna complicación?

No es muy probable que experimente ninguna complicación. Pero un pequeño número de personas tendrá otros problemas después de tener fiebre glandular.

  • Lesión del Bazo: El bazo se encuentra debajo de las costillas, en el lado izquierdo del abdomen, y se cree que se inflama en aproximadamente la mitad de los casos de fiebre glandular. Si el bazo se inflama y posteriormente se daña, puede romperse, y causar sangrado interno (lo que es muy grave y potencialmente mortal). Esta es la razón por la cual se aconseja a las personas con fiebre glandular que no participen en ninguna actividad donde puedan caerse o dañar su bazo.
  • Fatiga de larga duración:1 de cada 10 personas experimentará una fatiga de seis meses o más después de la infección inicial. Algunos creen que esta fatiga prolongada puede ser una forma de síndrome de fatiga crónica.
  • Condiciones neurológicas: Menos de uno, de cada 100 casos, lleva a una afectación del sistema nervioso, como el síndrome de Guillain-Barré, la meningitis viral, la encefalitis y la parálisis de Bell. Generalmente 4 de cada 5 personas afectadas hacen una recuperación completa con el tratamiento.
  • Depresión leve: Muchas personas también se sienten desanimadas mientras están enfermas y durante un tiempo posterior, pero esto suele resolverse.

Apoyo natural a la fiebre glandular

Además de tomarlo con calma, beber mucho líquido y tomar analgésicos sin receta, hay otras cosas que puede hacer para ayudarse, incluyendo remedios naturales como los siguientes:

  • Ginseng Siberiano (Elutherococcus senticosus): Se considera útil como apoyo general para el sistema inmunológico, ya que el virus de Epstein-Barr que lo causa puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace más difícil al cuerpo combatir la infección.
  • Complejo de multi vitaminas y minerales: Si su garganta está muy lastimada puede que no sienta muchas ganas de comer. Tomar un suplemento multi-vitamínico/mineral de buena calificación, y que incluya variedad de nutrientes, puede asegurar la obtención de un nivel apropiado de sustento. Los nutrientes adecuados (vitamina D, hierro y vitaminas del complejo B) pueden ayudar a mantener sus niveles de energía, así como apoyar el sistema inmunológico.
  • Magnesio: Otra forma de combatir el cansancio y la fatiga es tomar un complemento de magnesio. Este nutriente es esencial para una serie de funciones en el cuerpo, incluyendo la producción de una molécula llamada trifosfato de adenosina (ATP), donde las células almacenan la energía de los alimentos. Incluso las personas que no están combatiendo contra la fiebre glandular no obtienen suficiente magnesio en su dieta (se piensa que 7 de cada 10 mujeres y 4 cuatro de cada 10 hombres en el Reino Unido no obtienen suficiente magnesio de los alimentos).

Referencias: (i) Centers for Disease Control and Prevention (CDC) Epstein-Barr Virus and Infectious Mononucleosis (for healthcare providers).

 

Autor: Lamberts Española.