Elmer V McCollum y Marguerite Davis descubrieron la Vitamina A en 1913.
McCollum tuvo experiencia de primera mano con las deficiencias de vitaminas. Cuando tenía siete meses su madre tuvo que destetarlo, alimentándolo durante el invierno con leche hervida y puré de patatas. Después de unos meses cayó enfermo, sufriendo de llagas en la piel, hinchazón de las articulaciones y encías sangrantes. Nadie sabía lo que tenía y el niño se estaba muriendo misteriosamente. Un día, mientras su madre estaba pelando manzanas, comenzó a chupar los restos. Al día siguiente, lucía un poco mejor, por lo que su madre le alimentó con cáscaras de manzana durante días y el niño recobró sus fuerzas.
Cuando llegó la primavera, le dio otras frutas y verduras, recuperándose completamente. McCollum creció escuchando esta historia que le salvó la vida, y no se dio cuenta hasta muchos años después, que hubiera muerto de escorbuto (una deficiencia de vitamina C).Tal vez esto le motivó a estudiar la química de la nutrición.
Graduado de Yale, se mudó a Madison (Wisconsin)en 1910 como profesor asistente de química. En aquellos tiempos la vanguardia de la química nutricional eran los «alimentos purificados» los cuales se procesaban midiendo las cantidades exactas de proteínas, carbohidratos y grasas, para una dieta saludable con cantidades óptimas.
En su experimento de laboratorio sobre estudios en nutrición, MacCollum pidió usar ratas. Muchos pensaron que la idea era tonta, pero su jefe aceptó (fue el primer científico en utilizar ratas de laboratorio para la investigación nutricional).Una joven llamada Marguerite Davis apareció en el campus buscando ser voluntaria, y él la puso a trabajar cuidando y alimentando a las ratas, manteniendo minuciosos apuntes sobre todo el proceso.
Nutriendo a las ratas con las dietas «purificadas» veía que éstas no prosperaban. En 1912 encontraron su primera pista cuando probaron tres grasas diferentes en las ratas: leche, aceite de oliva y manteca de cerdo. Las ratas alimentadas con leche continuaron creciendo, mientras que las ratas que recibían aceite de oliva o manteca de cerdo dejaron de crecer y enfermaron. La noticia de que la grasa de la leche parecía tener un poder protector sobre la salud de las ratas fue recibida con entusiasmo.
Pero como muchos descubrimientos, esta respuesta sólo planteó más preguntas. Los animales y humanos cuando son destetados siguen creciendo. La leche no podía ser la única fuente del nutriente recién descubierto, al cual McCollum llamó el “factor soluble en grasa”. Posteriormente también lo localizaron en la yema del huevo y en los extractos de hojas de alfalfa y en todos los vegetales de hojas verdes que probaron.
Rápidamente este hallazgo salió en los anuncios de periódicos y revistas para mujeres, y los productores de leche se apresuraron a citar la prueba científica de que la leche era necesaria para un crecimiento saludable. Los vegetales, sin embargo, no vieron tal defensa de la industria. El descubrimiento de McCollum fue el primer compuesto de alimento aislado demostrado para prevenir la enfermedad por deficiencia de vitamina A).
Además de descubrir las primeras vitaminas, Elmer McCollum también aisló la vitamina D del aceite de hígado de bacalao. Más tarde los científicos suizos David Adriaan van Dorp y Jozef Ferdinand Arens sintetizaron la vitamina A.
Hoy en día sabemos que la vitamina A contribuye al metabolismo normal del hierro, funcionamiento del sistema inmune y al mantenimiento en condiciones normales de la visión, la piel y las mucosas. También es importante en el proceso de diferenciación celular.
Bibliografia:
a) On the “Discovery” of Vitamin A. PubMed Journals-NCBI
b) The Birth of Vitamin A. On Wisconsin (http://www.wisc.edu)
c) Vitamine-vitamin. The early years of discovery.Clinical Chemistry. htpp://clinchem.aaccjnls.org/content/43/4/680
d) LAMBERTS® The Practitioner’s Guide to Supplements.
e) Catálogo Técnico Lamberts Española S.L.