El invierno puede causar estragos en la piel. El mal tiempo, el secado de la calefacción central y los contrastes extremos de temperatura pueden dejar su piel deshidratada, sensible y propensa a la irritación. Siga nuestros diez consejos principales para mantener su complexión en buen estado.
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Coma muchas frutas y verduras frescas, ya que proporcionan las importantes vitaminas antioxidantes A, C y E. Beba mucha agua para eliminar las impurezas, idealmente 1-2 litros por día.
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Use una buena crema hidratante adecuada para su tipo de piel para mantener la piel suave y flexible y para proporcionar una barrera contra los elementos. Evite las cremas muy perfumadas: las formulaciones ligeras e hipoalergénicas son probablemente su mejor opción. Invierta en un buen bálsamo labial para evitar labios secos y agrietados.
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Relájese en un baño tibio con aceites humectantes perfumados, pero no lo remoje por mucho tiempo ya que esto puede deshidratar la piel.
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Emprenda un programa de ejercicio regular, como ciclismo, clases de ejercicio o caminatas rápidas para aumentar la circulación.
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Use exfoliantes faciales y corporales una vez por semana para eliminar las células muertas de la piel y fomentar la renovación celular, pero sea gentil si tiene piel sensible.
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Si vive y trabaja en un entorno con calefacción central, coloque tazones de agua cerca de los radiadores para humedecer la atmósfera. Elija ropa de fibra natural que permita que la piel respire.
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Evite sustancias que causen alergias o irriten su piel. Los ejemplos incluyen ciertos alimentos, sustancias químicas y perfumes.
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Mantenga su consumo de alcohol al mínimo: el alcohol deshidrata la piel.
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¡Reserve un tiempo de calidad para relajarse y asegúrese de dormir bien!